Una noche como tantas, con sus árboles sonrientes en dirección a la luna, con los pájaros silenciosos posados en algún árbol y miles de sonrisas en dirección a quien les atraía de verdad. Cientos de adolescentes bailaban al son de la música de aquella casa, todos, menos dos. Esos don andaban perdidos por el lugar, vagaban por la noche sin saber a donde dirigirse. Sin saber por qué.
ELLOS NO SE ABURRÍAN, SE QUERÍAN ALEJAR DE AQUEL ENSORDECEDOR RUIDO QUE TANTO HABÍAN ESCUCHADO EN SUS VIDAS.
Nunca huyes de dónde te pertenece estar |
Ahora tengo definidos que la mayoría de estos escritor se deben leer hasta el fondo, sacar cosas que ni si quiera se dicen :)
ResponderEliminarBuena imagen de la soledad en la realidad (O al menos esa es mi interpretación)
¡Besos!
Me he quedado pasmada cada día me gusta mas vuestro blog!
ResponderEliminarun beso!
"Los momentos que más se viven son los que de verdad merecen la pena recordarlos", me quedo con esta frase. La entrada es muy cierta, hay que saber que esperar el momento oportuno y dejar que el tiempo corra hasta que ocurra. Cada día escribes mejor ^^
ResponderEliminarUn besazo, Julia~