Dolor, esa palabra está en cualquier parte

El mar transmitía calma, las olas apenas eran casi existentes, la humedad del ambiente permanecía allí, pero no era la misma que los demás días. El sol, inundaba con cada rayo, el aroma de la tarde. La playa estaba llena de arena fina, de ese color tan característico y que me hacía sentir especial. El color rosado del cielo parecía casi transparente, podía ver las estrellas a punto de aparecer entre las nubes, podía recordar cada momento que pasé allí. ¿Por qué me había dejado todas mis sonrisas entre la tierra? ¿Por qué mis lágrimas completaban una parte del agua salada?
Dibujé corazones con los dedos de los pies que ya no permanecían allí pero habían formado parte de aquella playa. En ese momento, intenté bailar al son de las olas, intenté recuperar el tiempo que se quedó perdido y cerré los ojos. Seguía viendo una sombra a mi alrededor, a pesar de estar a oscuras. Me deje llevar por ella, iba dando saltitos de un lado para otro escribiendo palabras que ya no tenían sentido, hasta que llegué a la orilla. Allí sentí el agua fría en mis pies, sentí el barro entre los dedos y justo en ese momento, abrí los ojos. No me había dado cuenta pero desde allí, podía ver claramente, las palabras que había escrito sobre la arena.

Dolor

Me quise sentar sobre la orilla pero algo me empujo hacia dentro, tal vez el dolor, los recuerdos, los momentos del pasado, mis piernas, pero algo fue lo que me llevo a sentir el mar hasta la nuca y desde allí, dije un adiós a la vida, sin saber por qué, tan solo escuché las palabras:

La palabra dolor nunca transmitirá lo que muchas personas están sintiendo en estos tiempos