Recuerdo tu sonrisa iluminando todas mis mañanas. Tus suaves manos acariciando mis heridas. Todas esas imágenes pasan por mi cabeza, como si me fuera a morir. Las lágrimas recorren mis mejillas lentamente, no quieren caer. El dolor y el miedo crecen poco a poco en mí, y la felicidad se convierte en un recuerdo del pasado.
Te necesito tanto y no me había dado cuenta hasta ahora. Sé que me olvidarás, pero yo te voy a esperar toda mi vida.
Angelics.
A veces hacemos cosas de las que nos arrepentimos. Pero si las hemos hecho es porque hemos creído que era lo mejor.
ResponderEliminarMil besos.
Tan corto e intenso a la vez.
ResponderEliminarMe ha encantado, preciosísimo.
Besos, Amanda.
Muchas veces el destino une a gente y otras separa, pero nunca se rinde y volverá a ti y podrás disfrutar otra vez dejando atrás pañuelos empapados por los lloros constantes... Bonito texto, pásate. Besos.
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