lunes, 2 de diciembre de 2013

tu último recuerdo.

Soy aquel eslabón perdido que se soltó de la cadena en medio de una tormenta y nadie fue a buscar. Soy ese engranaje que se quedó inmóvil al pensar que, tan pequeño y tan lento como era, no influiría en el mecanismo. Soy esa hoja que se cayó la primera del árbol, pues ya me había tornado rojiza. Soy ese mechón de pelo que nadie llegó a acariciar con los dedos. Soy aquella manta de invierno que se quedó olvidada en verano, y, cuando el frío volvió a azotar, ya no era recordada. Soy aquella promesa primaveral que arrastró la brisa hasta la marea y se la llevó, llorando. Soy esa triste lágrima que rodó por tu mejilla una noche como otra cualquiera y que ya ni la almohada recuerda. Soy ese pensamiento optimista que todos los negativos se molestaron en callar. Soy ese gorro que te cubre toda la cara y con el que apenas puedes ver. Soy aquella sonrisa falsa que no recuerdas al haber enseñado tantas. Soy tu último recuerdo antes de caer. Y caer, hasta que ya no soy.

1 comentario:

  1. Qué fuerte entrada. Muchas veces nos sentimos así, pero estoy convencida de que para el resto del mundo somos muchísimo más, y somos imprescindibles, aunque no lo creamos... supongo que son instantes en los que realmente creemos que no somos nada. El mundo no sería igual con la ausencia de cualquiera de las personas que vivimos en él. Al menos nuestro mundo...
    Un abrazo enorme!

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