Era una realidad donde ese infinito tan lejano, se acercaba a pequeños pasos junto a mí. Alineada con el horizonte llena de barro por mi cuerpo. Aún marchitas las hojas del verano. En busca de un sueño transparente con miles de galaxias girando. Sin emociones, por favor. Ya no quedan más lágrimas. Escaparemos en su búsqueda. Pero no todavía. El cielo aún queda a varios metros sobre mí. Con fuerzas para gritar y no callar. El interior de mis susurros lleva una porción de magia acompaña de música. Aún se pueden escuchar. ¿Lo oyes? Son mis pulsaciones, aquellas que tienen ganas de explotar en trocitos de algodón y ser eternas. Poco a poco van cayendo letras sobre mis manos. Tienen la tonalidad de la tinta, pero son muy poco reales. Y el aliento que golpea mi nuca sigue sin ser de color. Las campanas continúan sonando a la espera de la nieve. Pero, somos demasiado pequeños para que la nieve pueda llegar hasta nosotros. Esperando a encontrar la calma en medio de una tempestad ardiente. Porque mis palabras están quemándose entre mis manos y mi piel ya no puede oscurecerse más. Habrá que esperar al nuevo día porque siempre hay un nuevo amanecer
Me ha encantado,
ResponderEliminaraunque tengo que admitir que no he acabado de coger todas las metáforas me ha parecido precioso :3
Besos, Amanda.
"Del mismo dolor, vendrá un nuevo amanecer" dice Cerati.
ResponderEliminarMe encantó la entrada, y me gusta todo el blog.
Ya las sigo, chicas!
Un abrazo grande, nos estamos leyendo.
Por allí leí que "Mañana es otra oportunidad", tal vez sea cierto.
ResponderEliminarBesos
Me encanta*-*
ResponderEliminarEs muy asdfghjklñç*-*
Pasate pls http://unblogparagentecomotu.blogspot.com.es/
Muchos besos
Hola que tal ♥
ResponderEliminartus escritos son muy buenos me encantaria que te pasaras para compartir un poco mas y estar en comunicación de escritora a escritora *w* besos y felicitaciónes por tu bello y encantador blog ♥