Era mi momento feliz. Me sentía como si fuera mi cumpleaños, y aquel mi regalo. Y entonces, busqué la mirada de aquella persona especial, que esperaba brillante de alegría y con una sonrisa dibujada en la cara. Pero no. Aquel momento de plena e infinita felicidad, aquel momento se transformó. Su llanto oprimió mi corazón y fastidió aquel momento tan especial para mí, a pesar de que tampoco fuera para tanto.
Y ahora los papeles se han cambiado. Es ella la que vive su momento feliz, y yo la que observa desde un segundo plano. Sin embargo, yo no tengo ganas de llorar. No estropearé su momento, un momento más importante que el mío, pero similar. Soy experta en poner falsas sonrisas, no renunciaré a mi título. Y a pesar de todo, ella sonríe sin darse cuenta de que estoy haciéndole un favor, porque si ahora yo llorara, ella no estaría tan enormemente feliz.
Me ha gustado mucho!! ^^
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