-Puedo hacerlo.
-Puedes hacerlo pero no sentirlo.
-¿Quién dijo que las palabras de amor fueran sinceras?
-Nadie y eso es lo peor, si Dios lo hubiera querido solo tendría que haber dicho unas palabras y ahora el amor sería real.
-Dios no lo dijo, somos nosotros quienes tenemos que decirlo.
-Está bien pues dilo. No se cumplirá.
-Las palabras de amor serán sinceras.
-¿Ves? No ha cambiado nada.
-Ahora sí.
En ese momento el chico se acerca a sus labios, le da un brillante beso y le susurra.
-El milagro se cumplió, mis palabras son sinceras. No importan los demás.
No importan lo demás, pensad en vosotros en ti y en él, el amor no dejará de ser cierto si no lo queremos. Una persona puede perder ese amor solo si así lo ha querido porque si no, tendría que haberlo intentando, llamarla suplicándole una segunda oportunidad sin embargo no lo hizo, lo que refleja que es un cobarde y lo primero en el amor hay que ser valiente si no ya puedes olvidarte.
No podemos dejar de sonreír por personas que ni siquiera lo intentaron, por eso pensad en vosotros.
No importarán las demás opiniones, tan solo ambos que estando solos, una conversación se puede convertir en un beso.
Solo importaréis vosotros. Nadie más. |
No me afectarán otras personas, al menos tengo que intentarlo.
Eso de que para amar tenemos que ser valientes es muy cierto!
ResponderEliminaramé esta entrada, saludos!