sábado, 9 de marzo de 2013

Mi querida inspiración, la que hablas por mí

Aquella pluma que tantos problemas me dio, aquella que me dio motivos para sonreír porque ella seguía estando ahí a pesar de ser la única a mi lado, esa pluma que escribió cada recuerdo para que no se pudieran olvidar, aquella pluma que por un tiempo se fue a otro lugar. Lejos de mí, y entonces perdí toda aquella inspiración que me había inundado por dentro, pero un día cualquiera volvió. Se coló libremente por mi ventana entreabierta, seguía oliendo a aquella tinta tan profunda que aquel día le unté para poder escribir. Se poso a mi lado, en la mesita de noche mientras yo leía aquel diario tan especial que me inundaba de sentimientos y sensaciones. Ahora ella volvía a estar a mi lado, pensando de nuevo que escribir y regalarle al mundo. Y lo hizo. La tuve entre mis manos, la toqué miles de veces hasta que miramos a aquel papel blanco que teníamos que mancharlo con palabras, pero que al final el resultado no fue mancharlo si no adornarlo. Fue otro recuerdo más de nuestra historia, el reencuentro entre mi ayudante que saca las palabras sin apenas darme tiempo a moverla con sutileza porque aquel tiempo ella vagó solas por las calles, sin tener a nadie con quién compartir sus recuerdos, sin poder sacar el talento que llevaba dentro, sin volver a mojarse por la tinta. Se perdió entre las sombras y consiguió salir adelante. Volvió a encontrarme después de tanto tiempo y ahora se encontraba escribiendo todo lo que sentía y no había podido expresar. Y firmando con mi nombre, pero ella ya había contado todo, ahora me tocaba a mí. Y entonces, fui yo quien la controlé a ella dejando que marcara cada movimiento para formar letras con una caligrafía bastante esmerada. En aquel momento mientras yo escribía lo que pensaba, ella seguía mirándome como si yo fuera su verdadera dueña y su amiga fiel que nos comprendemos mutuamente. Y entonces, surgió mi manera de escribir. Con la que lo hago siempre, con mi estilo y mis fallos pero que ambas elegimos para sentirnos cómodas, y sin importarnos las críticas. Porque ambas, siempre sabremos que estaremos juntas y ningún bache podrá separar la relación que tenemos.

Terminé de escribir lo que sentía, pero las palabras que más me gustaron fueron: Te echado de menos, mi pequeña inspiración y sobre todo gracias  por ser quién habla por mí, la que expresa todo de manera en la que no tenga que hablar, porque eres la mejor manera en la que puedo expresarme.

2 comentarios:

  1. Oh, a mi me encanta esa sensación que te invade por dentro cuando estás inspirada. Empiezas a teclear a toda velocidad o a escribir :)
    Besos, Amanda.

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  2. ¡Me encantó el sentimiento que le pusiste entre la pluma y tú! :)
    Y como dice Amanda, es esa inspiración que nos hace jugar con los dedos y la imaginación.
    ¡Muy buena entrada :)!

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