
Despierto por la mañana y lo primero que veo es una pequeña hada revoloteando a mi alrededor. Levanto mis piernas por encima de mi cabeza y las agito como una psicópata. Están cansadas de haber descansado toda la noche. Agarro varios pétalos de rosa que constituyen mi cama y perfuman mi despertar, y los lanzo varios disfrutando de su suave roce. Sigo llevando puesto el mismo vestido de flores que llevaba ayer, y siempre. Me levanto y estiré los brazos al cielo siempre soleado, a pesar de ser invierno. Monto en mi pegaso de alas violetas y me lleva volando por encima de las nubes sonrosadas. Allí, en la punta de aquel volcán que escupa fantasía, le veo a él saludándome amorosamente. Aterrizo y le doy un cálido beso como todos los días. Todos. ~ Mi vida en mi mundo de fantasía

No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Nos dedicas unos segunditos de tu vida?