domingo, 23 de diciembre de 2012

Only bubbles


Siempre que he recibido un regalo frágil, como una figurita de porcelana que mi amiga debería haber envuelto, me pongo muy feliz. Y siento decirlo, porque no es por el regalo en sí. Es por lo que encuentras antes del regalo. Sí, yo soy una más de las que les gustan explotar las pompas en el papel de burbujas. Adoro el sonido que hace el papel de embalaje cuando hundes tus dedos en cada burbuja. Luego me siento idiota, porque a lo mejor alguien se ha dado cuenta de que echo más caso al papel que a la figura, o lo que fuera. Puras costumbres de una chica distinta al mundo.
También echo de menos los momentos en los que podía darme un baño sin importarme la factura del agua. La crisis no existía cuando dejé de bañarme para empezar a ducharme con agua fría. Aún echo de menos los baños con espuma, las burbujas flotando a mi alrededor y mis salpicadas a mis amigas con muñecos de los Teletubbies (Tinkiwinki, Dipsy, Laa-laa, Po XD). Simples burbujas que me hacían feliz, sigo sin saber por qué las adoraba tanto.
Pomperos, burbujas de ejercicio (de esas que te metes y corres por el agua),... Todas las cosas que contengan la palabra "pompa" o "burbuja" me hacen feliz.

Uhm... Extraños momentos de la vida en las que escribir entradas sin sentido como esta es algo normal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Nos dedicas unos segunditos de tu vida?